El presidente Gustavo Petro acusó al senador Efraín Cepeda de cerrar la votación de la consulta popular sobre la reforma laboral en medio de una mayoría a favor. A través de un comunicado en redes, llamó a las bases sociales a organizarse y exigió a la fuerza pública no reprimir al pueblo.
El presidente de la República, Gustavo Petro, se pronunció de manera enérgica luego de que el Senado no aprobara la convocatoria a consulta popular sobre la reforma laboral. A través de sus redes sociales, el mandatario denunció que el proceso fue saboteado por un supuesto fraude orquestado en el recinto legislativo.
“No se hundió la consulta popular. La hundieron con fraude, como en un 19 de abril de 1970”, afirmó Petro, en una comparación histórica que remite al cuestionado proceso electoral en el que fue derrotado Gustavo Rojas Pinilla, en lo que muchos recuerdan como un fraude de Estado.
Según el jefe de Estado, el senador conservador Efraín Cepeda cerró la votación en plenaria a pesar de que se estaban sumando los votos necesarios para lograr la mayoría. “Sabedor que ingresaban los votos que la hacían mayoría, cerró la votación”, escribió Petro, insistiendo en que se trató de una maniobra deliberada.
Ante esta situación, el presidente convocó “de inmediato” a las centrales obreras, la coordinación campesina, las juntas de acción comunal, los comités juveniles barriales y los movimientos indígenas para coordinar lo que denominó como el “paso siguiente”.
Petro hizo un llamado a mantener la movilización popular dentro del marco constitucional, pero dejando en claro que, según él, es el pueblo quien debe tomar ahora la decisión sobre cómo actuar frente a lo que calificó como “el peor error” posible en una democracia: usar el fraude para silenciar la voluntad popular.
En un gesto dirigido a mantener la calma, el presidente también ordenó que la fuerza pública no haga uso de la violencia contra los ciudadanos. “Su presencia debe ser la suficiente para cuidar los edificios de las instituciones y garantizar la convivencia pacífica entre la ciudadanía”, indicó.
El mensaje del mandatario ha generado una ola de reacciones en el espectro político, tanto de respaldo como de rechazo. Mientras sectores del Pacto Histórico lo apoyan, la oposición lo acusa de incitar a la agitación y desconocer el procedimiento legislativo.
Esta es la más fuerte denuncia de fraude hecha por un presidente colombiano en ejercicio en los últimos años, y se produce en un contexto de alta polarización política, donde las reformas sociales han encontrado fuerte resistencia en el Congreso.
Petro finalizó su mensaje con una frase que podría marcar un antes y un después en su relación con el Legislativo: “Al pueblo no se le silencia con trampa. Estoy listo para lo que el pueblo decida”. La tensión entre los poderes del Estado y las calles parece entrar en una nueva etapa.