El representante del Pacto Histórico criticó la postura del senador del Centro Democrático, calificando su actitud de “macabra serenidad” ante lo que consideró una “masacre laboral”. Barrera se defendió, rechazando las acusaciones y señalando hostigamiento en el Congreso.
El ambiente en el Congreso de la República se tornó tenso tras el hundimiento de la reforma laboral, lo que generó un fuerte enfrentamiento entre el representante Alfredo Mondragón, del Pacto Histórico, y el senador Alirio Barrera, del Centro Democrático. La confrontación se intensificó luego de que Mondragón cuestionara la actitud de Barrera ante la decisión legislativa.
Durante una entrevista en Mañanas Blu, Mondragón arremetió contra el senador, calificando su comportamiento como una “macabra serenidad”. Para el congresista del Pacto Histórico, la votación significó la negación de derechos laborales a cientos de miles de jóvenes, mujeres trabajadoras y madres comunitarias. “Lo que pasó fue una masacre laboral”, afirmó.
El representante señaló que la reforma buscaba revertir los efectos de la Ley 789 de 2002, impulsada en su momento por el uribismo, la cual eliminó beneficios como los recargos nocturnos y las horas extras. Mondragón aseguró que el hundimiento de la medida no obedeció a razones técnicas, sino a intereses políticos que buscan perpetuar la precarización laboral en el país.
El debate tomó un matiz personal cuando Mondragón insinuó supuestos vínculos de Barrera con figuras políticas cuestionadas, mencionando a John Jairo Torres, conocido como “John Calzones”, y a Óscar Iván Zuluaga. Además, aseguró que el senador intentó desafiarlo con una “mirada de matón” y lo acusó de querer intimidarlo públicamente.
Por su parte, Barrera rechazó las acusaciones y defendió su derecho a votar en contra de la reforma. “El error mío fue haber sido prudente, haber hecho uso de lo que la Constitución y la ley nos permite”, respondió el senador del Centro Democrático. Asimismo, denunció que quienes votaron en contra fueron blanco de insultos y hostigamientos dentro del Congreso, especialmente las mujeres de la comisión.
El senador negó haber provocado a Mondragón y desestimó sus declaraciones, asegurando que se trataba de un ataque infundado. “Aquí parece que si no se aprueba todo lo que viene del gobierno, entonces somos criminales, asesinos, paramilitares, masacradores”, expresó.
El episodio ha reavivado el debate sobre la reforma laboral y sus implicaciones políticas. Mientras el Pacto Histórico insiste en que la decisión perjudica a los trabajadores, el Centro Democrático sostiene que la medida era inviable y que su hundimiento responde a criterios jurídicos y económicos.
Las confrontaciones en el Congreso evidencian la polarización política en torno a las reformas del gobierno de Gustavo Petro, quien también se pronunció en redes sociales sobre el incidente, lanzando una polémica afirmación sobre Barrera: “Este congresista montó a caballo y entró al Congreso. El caballo sintió tanta bestialidad encima que prefirió morirse”.