En la zona rural de Ibagué, en el corregimiento de Toche, se encuentra el santuario de Palma de Cera más grande del mundo, con alrededor de 600 mil ejemplares de este imponente árbol, símbolo nacional de Colombia desde 1985. Este lugar, considerado un tesoro natural, abarca cerca de 4.500 hectáreas y es también el hogar del loro orejiamarillo, una especie emblemática de la región.
El Bosque de Palma de Cera es un ecosistema único que preserva palmas adultas y nuevas generaciones de estos árboles, que pueden tardar hasta 60 años en alcanzar su altura característica. Los visitantes pueden admirar los majestuosos fragmentos de bosque, que abarcan hasta 80 hectáreas cada uno, mientras exploran esta joya ecológica conectada históricamente al Camino Nacional, una ruta clave en la época colonial que unía el centro y el occidente del país.
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El sitio fue documentado por primera vez en 1801 por el explorador Alexander von Humboldt, quien quedó maravillado por la grandeza de estas palmas. Hoy, Toche se ha convertido en un destino turístico sostenible, donde la conservación y la conexión con la naturaleza son fundamentales.
De acuerdo con Camilo Duque, creador de contenido especializado en turismo, visitar el bosque tiene un costo accesible. Las fincas turísticas de la zona ofrecen recorridos por menos de 15 mil pesos, permitiendo a los visitantes disfrutar del paisaje y aprender sobre la importancia de preservar este ecosistema. “Es crucial ingresar con respeto y entender que se trata de un lugar de conservación”, indicó Duque.
Para llegar a Toche, existen tres rutas principales: Cajamarca, Boquerón-Tapias y Salento, en el departamento del Quindío. Por cualquiera de estas rutas, se recomienda el uso de vehículos tipo camioneta o jeep debido a las condiciones del terreno.
Quienes opten por viajar desde Bogotá pueden tomar un bus hacia Ibagué desde el Terminal del Sur o Salitre, con un costo aproximado de 36 mil pesos. Desde Ibagué, hay transporte hacia Cajamarca por 11 mil pesos o en jeep por 9 mil pesos, y finalmente un campero hasta Toche, cuyo pasaje cuesta alrededor de 16 mil pesos.
Además de la contemplación de las palmas, Toche ofrece actividades como senderismo, avistamiento de aves y paisajismo, convirtiéndose en un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y el ecoturismo. Este santuario natural no solo destaca por su biodiversidad, sino también por su valor cultural e histórico, siendo un lugar imperdible para quienes visitan el Tolima.