El Consejo Departamental de Gestión del Riesgo del Tolima declaró la calamidad pública debido al aumento de casos de fiebre amarilla en los municipios de Villarrica, Cunday, Purificación y Prado. Hasta el momento, se han registrado 12 contagios confirmados, de los cuales cinco han sido mortales, lo que ha generado preocupación entre las autoridades y la población.
La gobernadora del Tolima, Adriana Matiz, señaló que la medida permitirá gestionar apoyo del Gobierno Nacional para fortalecer las acciones de prevención y respuesta ante la emergencia sanitaria. “Esta declaratoria busca garantizar recursos y apoyo ante posibles nuevas letalidades. Es una medida exclusivamente orientada a proteger la vida de los tolimenses”, afirmó la mandataria.
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El brote, que afecta principalmente a áreas rurales cercanas al bosque de Galilea, ha sido clasificado como fiebre amarilla selvática, sin reportes en zonas urbanas. Ante esta situación, la Secretaría de Salud del Tolima ha intensificado las jornadas de vacunación para contener el avance de la enfermedad. Según Katherine Rengifo, secretaria de Salud, ya se han aplicado 32.461 dosis en los municipios afectados y en los que integran el cerco epidemiológico.
“Es fundamental garantizar la inmunización de la población en riesgo. Continuaremos fortaleciendo estas estrategias para proteger a los habitantes del departamento”, afirmó Rengifo, quien también destacó el compromiso de las autoridades locales y de los ciudadanos en esta lucha.
Por su parte, Erika Marcela Lozano, secretaria de Ambiente y Gestión del Riesgo, indicó que se mantiene una vigilancia epidemiológica constante para monitorear la evolución de la enfermedad. “Estamos trabajando de manera articulada con los municipios y con los miembros del consejo departamental para garantizar una respuesta eficaz”, señaló Lozano.
En el marco del plan de contingencia, se han implementado medidas como la sensibilización comunitaria, campañas educativas y monitoreo activo en las zonas de riesgo. Las autoridades también han hecho un llamado a la población para que acudan a vacunarse y adopten medidas preventivas, como el uso de ropa protectora y repelentes en áreas selváticas.
La gobernadora Matiz destacó la importancia de la colaboración interinstitucional para superar esta crisis sanitaria. Además, insistió en la necesidad de mantener informada a la comunidad y de evitar la propagación de rumores que generen alarma. “Nuestro compromiso es garantizar la salud y seguridad de los tolimenses”, concluyó.
La declaratoria de calamidad pública permitirá canalizar recursos adicionales y optimizar las estrategias para mitigar los efectos de la fiebre amarilla en el Tolima, evitando así que esta situación cobre más vidas en el departamento.