La filtración de imágenes desde la cárcel de Picaleña desató indignación ciudadana y llevó a un operativo de registro. Se hallaron teléfonos móviles, armas artesanales y dinero en efectivo, lo que evidenció graves fallas de seguridad.
El escándalo estalló en redes sociales cuando se filtraron fotografías de Brandon Archila, uno de los acusados por el feminicidio de Sharit Ciro, posando desde su celda en la cárcel de Picaleña. En las imágenes se evidenciaba que tenía acceso a teléfonos móviles, dinero en efectivo y otros elementos prohibidos dentro del centro penitenciario. La indignación ciudadana fue inmediata, lo que obligó a las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) a tomar acciones de manera urgente.
En un operativo sorpresa, los guardias realizaron un allanamiento en el pabellón 29 de la estructura tres, donde estaba recluido Archila. Durante la inspección, encontraron ocho celulares, 20 accesorios para los mismos, armas artesanales y una cantidad considerable de dinero en efectivo, lo que evidenció una grave falla en los controles de seguridad dentro de la prisión.
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Alejandro Durán, vocero del Inpec, confirmó que, debido a estas irregularidades, Archila fue trasladado a otro pabellón bajo vigilancia especial con el fin de evitar que continúe accediendo a objetos prohibidos. Asimismo, Durán aclaró que Santiago Hurtado, el otro detenido por el feminicidio de Sharit, no se encuentra en el mismo patio que Archila, reforzando así las medidas de seguridad y separación entre los imputados.
El Inpec aseguró que se reforzarán los controles internos para impedir que se repitan situaciones similares en el futuro, garantizando el orden y la seguridad dentro del establecimiento penitenciario. Sin embargo, este caso reaviva el debate sobre la corrupción dentro de las cárceles del país y la facilidad con la que algunos reclusos logran obtener beneficios ilegales tras las rejas.
Brandon Andrés Archila, de 21 años, y Santiago Hurtado González, de 19, fueron enviados a prisión tras ser señalados como los presuntos responsables del feminicidio de Sharit Ciro, estudiante de 19 años de la Universidad del Tolima, cuyo cuerpo fue hallado el pasado 8 de marzo en una zona boscosa del barrio La Esperanza de Ibagué.
Las investigaciones adelantadas por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía revelaron que los acusados contactaron a la víctima a través de redes sociales, bajo la falsa promesa de un empleo. Posteriormente, la citaron en un establecimiento comercial del barrio Arroyuelos el 7 de marzo, desde donde, según la hipótesis de las autoridades, fue llevada a la zona donde ocurrió el crimen.
El seguimiento a las cámaras de seguridad fue determinante. Más de 50 horas de grabaciones de la Policía Metropolitana de Ibagué y sistemas de monitoreo privados permitieron reconstruir los movimientos de los dos jóvenes señalados del homicidio de la estudiante de la Universidad del Tolima, Sharit Ciro Parra, ocurrido el 7 de marzo en los límites de los barrios La Esperanza y Cañaveral.
Desde su llegada al sector de Arroyuelos, a las 7:00 de la noche, hasta el sitio donde fue hallado el cuerpo sin vida de Sharit, cada desplazamiento de los sospechosos quedó registrado en las cámaras de seguridad.
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