Johan Mauricio Hurtado Quiroga, primo del exalcalde Andrés Hurtado y actual asesor en la administración de Johana Aranda, es señalado por recibir millonario salario sin cumplir funciones claras, mientras actúa como defensor digital de su familiar en internet.
El nombramiento de Johan Mauricio Hurtado Quiroga como asesor grado 15 en la Alcaldía de Ibagué ha generado controversia, luego de que se conociera que su labor se centra, presuntamente, en defender a su primo, el exalcalde Andrés Hurtado, en redes sociales, más que en cumplir funciones institucionales.
De acuerdo con un documento oficial emitido el 6 de mayo de 2024, Mauricio Hurtado fue vinculado con un salario mensual de $5.870.332, una cifra que ha causado indignación en varios sectores de la ciudad, especialmente por la falta de claridad en sus responsabilidades dentro de la administración pública.
Según una fuente del despacho de la alcaldesa Johana Aranda, que pidió reserva por temor a represalias, el asesor es poco visto en las labores del día a día, y su rol parece limitarse a mantener al tanto a su primo sobre asuntos de la administración, más que en aportar a la gestión municipal.
“Es un vago. Lo nombraron solo por ser primo de Hurtado. Pocas veces se le ve trabajando, y cuando se mete en algo es para mantener informado a su primo. La alcaldesa ni le asigna trabajo porque sabe que es perder el tiempo”, aseguró la fuente en declaraciones divulgadas por la página de Facebook Ciudadanos por Ibagué.
Este caso se suma a las múltiples denuncias sobre el presunto nepotismo durante la administración de Andrés Hurtado, quien habría facilitado el nombramiento de varios familiares y allegados en cargos públicos sin mayor meritocracia. Mauricio Hurtado sería uno de los ejemplos más visibles de esta práctica.
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Críticos de la actual administración exigen a la alcaldesa Johana Aranda revisar el rol de los asesores heredados de la gestión anterior, en especial aquellos que no tienen funciones claras o cuyo desempeño ha sido cuestionado públicamente por sus propios compañeros de oficina.
Mientras tanto, en redes sociales, Mauricio Hurtado continúa su activismo digital defendiendo a Andrés Hurtado, lo que ha sido interpretado como una operación de “bodega” financiada con recursos públicos. La ciudadanía exige transparencia y resultados en el ejercicio de lo público, y que el dinero de los contribuyentes no se destine a campañas de imagen personal.