Ocurre tal fenómeno en los grupos más cerrados para deslegitimar los derechos de mujeres que se han visto vulneradas y se invisibiliza con cortinas de humo para desviar la atención de un hecho que no es ajeno a la verdad.
Es el caso de lo que durante esta semana ha sonado en los medios de comunicación y que en lugar de ser clarificado como un error de inteligencia emocional y comunicación asertiva, de parte de la congresista Martha Alfonso, se usó como una oportunidad para hablar de persecución política.
Cuando es un hombre quien vulnera los derechos de una mujer, sí existe sororidad, pero cuando es una mujer quien vulnera los derechos de otra mujer, y además con una posición política dominante, es persecución política.
La vida está hecha de injusticias y el poder permite que se generen más malformaciones de la justicia.
- Puede leer: La Paz Total necesita un verdadero cambio
Mi denuncia no fue un ataque a una lideresa electa en la que creí y apoyé para que hiciera lo que debe hacer. Mi denuncia va más allá. Es un grito de justicia por el abuso de poder y la violencia psicológica. Por eso hice campaña al cambio, voté por ello, y mis redes sociales lo denotan.
“Libertad con Derecho” es un medio alternativo que propende por la defensa de los derechos humanos, es la pedagogía para que la sociedad conozca sus derechos y las herramientas para defenderlos, y es un medio para que a través de un lenguaje sencillo los espectadores conocieran, por ejemplo, “Las premisas del programa de gobierno de Gustavo Petro”. Si ustedes analizan el desarrollo de ese video, tiene la intención de exponer lo positivo del programa del gobierno actual, y que ahora está en ‘Diálogos Regionales del Plan Nacional de Desarrollo’, no es oposición. Pero Martha Alfonso ‘La Profe’ no sólo invisibiliza mi denuncia sino que además la usa en provecho de su actuar político asegurando que es persecución política de la oposición.
Puede ver: Las Premisas del Programa de Gobierno de Petro | Libertad con Derecho
La congresista además de deslegitimar la denuncia por violencia psicológica y económica, emprende una estrategia política en la que asegura ser ‘blanco de una campaña de desprestigio y difamación’, publicando un comunicado incipiente en el que exige pruebas que sabe que existen pero ejerciendo dominio psicológico continúa amedrentando y amordazando la voluntad de quienes las poseen.
La lucha de la justicia no acaba con el poder, porque de ser así Gustavo Petro no hubiera sido presidente, quien estuvo en pie de lucha contra todo pronóstico y Colombia supo que tenía razón.
No me hice periodista y abogada para quedarme callada ante las injusticias. Aquí estoy poniendo la cara porque el ‘feminismo selectivo’ esta vez golpeó la puerta.