La comunidad universitaria lamenta la partida de un personaje entrañable que por años hizo de la UT y sus alrededores su hogar.
La Universidad del Tolima despide a ‘Calado’, un hombre que, sin estar vinculado oficialmente a la institución, se convirtió en parte de su historia. Su nombre real era Carlos, pero para quienes lo conocieron siempre será ‘Calado’. Su muerte deja un vacío entre estudiantes, docentes y trabajadores que compartieron con él en los alrededores del campus.
Durante años, ‘Calado’ hizo de una esquina su hogar, acompañado por su inseparable gato ‘Marihuano’. Su presencia era cotidiana en la UT, donde muchos lo recuerdan como un hombre tranquilo, respetuoso y servicial, siempre dispuesto a ayudar. Además de cuidar a quienes transitaban de noche por la zona, se dedicó a reparar motos en el sector conocido como la Carpa Azul.
Se dice que antes de establecerse en los alrededores de la UT, trabajó en la zona de la calle 23, donde operan numerosos talleres de motocicletas. Allí, forjó su habilidad como mecánico y ganó la confianza de estudiantes y ciudadanos que buscaban su ayuda para arreglar sus vehículos. Era común verlo probando motos recién reparadas por las calles cercanas.
Aunque no se ha confirmado, se cree que su familia reside en el sector de Yuldaima. En varias ocasiones, durante las festividades de fin de año, algunos familiares llegaban en carro para visitarlo, llevarle regalos y compartir con él. Pese a su vida sencilla, ‘Calado’ nunca estuvo completamente solo.
Hoy su cuerpo reposa en la morgue del Hospital Federico Lleras Acosta como un NN. Sin embargo, para la comunidad de la Universidad del Tolima, su nombre permanecerá en la memoria. ‘Calado’ no era un desconocido, sino un personaje entrañable que marcó la vida de muchos.
Las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar. Estudiantes y egresados han compartido mensajes de despedida, recordando sus anécdotas con él y la huella que dejó en el campus. Su ausencia se siente, pero su historia seguirá viva entre quienes lo conocieron. La Universidad del Tolima y su comunidad lo recuerdan con cariño. ‘Calado’ siempre en la memoria, siempre en el corazón, siempre en la historia.