El presidente Gustavo Petro decretará la emergencia económica y sanitaria en Colombia debido al brote de fiebre amarilla que ha dejado 32 muertos. Criticó la falta de acciones de la gobernadora del Tolima, quien respondió con contundencia y cifras sobre las medidas adoptadas.
El presidente Gustavo Petro anunció que decretará una emergencia económica y sanitaria en Colombia, ante la expansión del brote de fiebre amarilla, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, que ya ha cobrado la vida de 32 personas, la mayoría en el departamento del Tolima. Petro aseguró que la prioridad será “la vida”, y no los intereses económicos de sectores como el contrabando o el petróleo.
Según el mandatario, la crisis se agrava por el cambio climático, que ha llevado al mosquito transmisor a ascender a zonas montañosas y urbanas, incluso con riesgo de llegar a Bogotá. Esto, advirtió, aumenta el peligro por la alta densidad poblacional en las ciudades. De los 74 casos registrados, casi la mitad han resultado mortales, lo que mantiene en alerta al sistema de salud.
Petro señaló que el virus habría iniciado su avance desde la Amazonía, pasando por los bosques de Galilea en Villarrica, Tolima, después del proceso de paz, cuando aumentó el ingreso de personas a zonas selváticas. Esto habría facilitado la propagación del mosquito hacia áreas pobladas como Dolores, Icononzo, Melgar y Chaparral.
El presidente destacó la labor de las EPS, hospitales y alcaldes, pero lanzó fuertes críticas a la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, a quien acusó de no haber aportado recursos para contener el virus. También cuestionó la falta de implementación de equipos básicos de salud en Bogotá, necesarios para avanzar en la vacunación.
Matiz respondió de inmediato a través de un comunicado público: “¡Presidente Gustavo Petro, no mienta sobre mí!”, expresó la mandataria. Aseguró que desde octubre de 2024 se han realizado Puestos de Mando Unificado (PMU) con participación del Ministerio de Salud, y que el 13 de noviembre se declaró la emergencia pública en el Tolima, aplicando más de 100 mil vacunas.
La gobernadora también recordó que fue el propio presidente quien, en marzo, minimizó el brote como “una fiebre amarilla en unos micos” y afirmó que ya estaba controlado. “Entonces, ¿quién no actuó a tiempo y por qué mentirle al país ahora?”, cuestionó Matiz, asegurando tener actas, grabaciones y respaldo de organismos internacionales como la OPS.
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El gobierno nacional ha desplegado una campaña masiva de vacunación, con más de 200.000 personas inmunizadas en Tolima y planes para expandir la cobertura a través de escuelas rurales y hospitales públicos. La vacuna contra la fiebre amarilla se aplica una sola vez y tarda 10 días en generar inmunidad.
Petro también hizo un llamado a la ciudadanía a no viajar a zonas de riesgo si no están vacunados, especialmente los adultos mayores, quienes son los más vulnerables por no haber recibido inmunización en el pasado. Asimismo, pidió que se fumiguen los vehículos para evitar la propagación del mosquito por vías terrestres.
Este cruce de declaraciones entre el Gobierno Nacional y la Gobernación del Tolima refleja la falta de coordinación en la respuesta a emergencias sanitarias. Mientras tanto, el país se enfrenta a un brote epidémico que requiere acciones urgentes, efectivas y conjuntas para evitar más muertes.