Esta apuesta es de un grupo de jóvenes que, dentro de lo interdisciplinario de Ingenieros agrónomos, Ingenieros Forestales, Periodistas, Abogados, Programadores, entre otros, han liderado un proyecto que se desarrolla en un proceso de trabajo social y comunitario de huertas caseras para que se implemente no solo en espacios vulnerables, sino que llegan a todos los lugares que desean tener su propia huerta en casa.
Juan Camilo Devia integrante líder de Huerteros Ibagué señaló, que huerteros Ibagué nace de la necesidad que se creó con la finalidad de aprender a cultivar nuestros alimentos desde casa.
“En esta pandemia nos dimos cuenta de que hay una gran problemática respecto a la alimentación y de cómo nos alimentamos. Entonces, bajo esta premisa nosotros tomamos una decisión de dar unas plantas donde se les enseñaba desde el proceso de germinación, se dictan unos cursos de conocimiento y reconocimiento de plantas”.
Es un estilo de vida íntima con las plantas y las vemos crecer con la paciencia paso a paso a medida que compartimos con la familia, pero también es el reconocimiento que se viene desarrollando en el territorio.
Esto también se presta para ser un modelo económico, pero tiene la intencionalidad de asegurar en su gran medida, la alimentación orgánica y segura para una comunidad.
La idea se fortalece y materializa debido a la necesidad de muchas personas en tiempos de pandemia, teniendo como referente la gran ola de pañuelo rojos que se presentaron por parte de comunidades que se vieron obligadas a recurrir a la asistencia social. Sin embargo, como Colectivo de Huerteros vieron la oportunidad de poner y disponer de los conocimientos de todos los integrantes para desarrollar en la ciudad de Ibagué huertas caseras y orgánicas.
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“Aprendiendo de la mano con Huerteros de Ibagué, he reforzados los conocimientos que aprendí en la academia. Me gusta mucho el ámbito de las plantas, de cultivarlas, de tenerlas en casa porque genera un tipo de libertad e indecencia de contar con los alimentos y saber que lo está produciendo uno mismo de una manera orgánica”, expresó Alejandro Rodríguez integrante de Huerteros Ibagué.
El conocimiento se comparte con las comunidades para lo interioricen y puedan tener esa experiencia de hacer brotar vida en los espacios reducidos; pueden ser plagas o bacterias que dificultan la producción si no se tiene en cuenta las recomendaciones de un debido tratamiento.
Reforzar conocimiento y tejido social comunitario
Por otro lado, el tejido social que se materializa a la hora de ir a las comunidades para reaprender con esta nueva experiencia aportada no solo por una planta, sino también por quienes integran la comunidad para cuando se hace la entrega de la plántula. Esta es cuidada por personas que siente a un ser vivo que crece por el cuidado y que los frutos de esta se dan para el auto – sostenimiento.
Las experiencias previas por parte de las personas que tienen cierto conocimiento en el tratamiento y siembra de plantas en la producción de alimentos, hacen que el aprendizaje y bagaje tenga mayor peso en los talleres que se realizan cuando se comparte con la comunidad.
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A esto se suma las personas mayores que en algún momento vivieron en el campo colombiano y traen de vuelta ese conocimiento invaluable en ese territorio donde habita no solo para él, sino para todos los presentes.
Otro punto a favor del proyecto se debe al valor invaluable al campesino y cultivador por parte de las personas que siente la importancia y el trabajo realizado a la hora de apostarle a una cosecha de alimento orgánico dentro de espacios reducidos.
Aunque hay que aclarar que las apuestas de huertas caseras ayudan a suplir parte de la canasta alimentaria de verduras, éstas no reemplazan de ninguna manera la producción de alimento que se presentan en el campo colombiano.
Huerteros Ibagué hacen y forman a las personas por medio de talleres en las comunidades donde se replica estos aprendizajes dentro de personas comunes o amigos cercanos que gustan de las huertas.
Intervención y desarrollo de huertas en comunidades
El colectivo de Huerteros Ibagué ha venido desarrollando diferentes estrategias para dar a conocer su proyecto y para ellos recurren a las alianzas estratégicas con organizaciones que ya estén o hayan trabajado con anterioridad.
Esto se hace ayudar a fortalecer iniciativas existentes sobre la sensibilización e importancia de implementar todo un trabajo no solo de la comunidad, también del desarrollo de las huertas para lograr un gran impacto por parte del Colectivo Huerteros.
La intervención social por parte de Huerteros Ibagué tiene todo un antes durante y después; en efecto los caminos son diferentes, pero todos tiene un mismo fin.
María Camila Giraldo, Alejandro Rodríguez, Anthony Narvaez, Sara Palacino, Fabián mesa, Gabriela Lemus, Colhumus empresa, Club rotary ocobos Ibagué y el director del colectivo Juan Camilo Devia estuvieron el pasado 19 de junio del presente año, y realizaron una jornada de capacitación con la comunidad del Barrio Eco Paraíso donde desplegaron toda su capacidad operativa en el territorio.
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El desarrollo de esta actividad tuvo el acompañamiento de una fundación quienes viene haciendo un trabajo previo en el sector, “ellos nos contactaron por medio de una publicación que se hizo a través de redes y nosotros le presentamos la propuesta del trabajo se ha realizado con diferentes comunidades y llegamos a un acuerdo para poder hacer esta intervención”.
El trabajo previo antes de llegar a la comunidad se da en seleccionar los materiales y conseguir los donativos como son los suelos por parte de la Humata; el club Rotary aportó materiales y el colectivo gestionó otros.
De igual forma, el durante se da en la preparación de la platas y traslado de las misma hacia los lugares donde con la comunidad se lidera otro proceso de enseñanza como lo son: los cuidados de las plantas y reforzar las experiencias previas de la comunidad.
Durante el evento se logró entregar once huertas verticales con más de 500 plantas e hicieron el llamado a la comunidad; un integrante por familia con todas las medidas de bioseguridad.
Además, en el espacio se respondió las inquietudes y se compartió la información necesaria para que posteriormente el colectivo de Huerteros Ibagué pueda hacer el seguimiento continuo sobre el desarrollo y crecimiento de las plantas.
Hay que tener en cuenta que la primera fase de este proyecto de intervención fue la entrega y seguimiento de las plantas en la comunidad, sin embargo, en la segunda fase se tiene proyectado con un grupo de Arquitectos (Grupo Nativos) que el embellecimiento de la parte paisajística y las áreas social o comunes del barrio.
A futuro huerteros Ibagué tiene más proyectos de intervención pendientes en la ciudad como en el hogar de paso en la Calle 26 con Carrera 1 y se están organizando otras dos intervenciones en el Barrio Yuldaima de la ciudad de Ibagué.
A todo esto, también busca convertirse en una fundación sin ánimo de lucro con la finalidad de poder operar en diferentes espacios social y comunicaros.