El semestre se acaba en un mes aproximadamente y de ahí en adelante no se sabe qué pasará. La incertidumbre es alta, pues a pesar de que el gobernador del Tolima, el alcalde de Ibagué y la administración de la UT ya hicieron los primeros acercamientos al respecto, no anunciaron ningún detalle.
Que la Gobernación del Tolima, el alcalde de Ibagué y el rector de la UT se hayan reunido apenas la semana pasada deja ver que el tema marcha lento como todo en lo público en el Tolima. Y como forma de visibilizar lo que sucede en la provincia, senadores y representantes como líderes políticos le extendieron por medio de un documento firmado, la invitación a quienes les compete darle trámite rápido y eficaz a una situación que no da espera.
Mientras que en otras regiones la matrícula cero ya es efectiva y anunciada con bombos y platillos como en Cundinamarca, Magdalena, Valle del Cauca, Antioquia, entre otras, en el Tolima se estudia cómo se les puede dar un apoyo a los estudiantes porque los ingresos de la gobernación están golpeados por el COVID – 19 y la universidad ya hizo sus esfuerzos a inicios de año por garantizar ese derecho constitucional; sin embargo, exgobernantes que tratan de dilatar con viejas añoranzas diciendo que en sus periodos se recuperó el déficit en la educación, cuando en estos momentos se necesitan soluciones puntuales y concretas.
El descuido de la educación en el departamento del Tolima es tan grande como lo es la salud en Colombia, sobre todo porque también vendría siendo un paciente más de la politiquería dentro de la institución por parte de administraciones y sus gobernantes que se sientan en el consejo superior, sobre todo, porque quien manda en este platanal de lo que es o no es urgente y lo importante para la región y la Universidad, es el patrón de patrones.
Por su parte, señores congresistas del Tolima: Senador Miguel Ángel Barreto, los representantes: Adriana Magaly Matiz(cons) José Elver Hernández (cons) Jaime Yepes ( la U), Ricardo Ferro( Centro Democrático) Aquileo Medina (Cambio Radical) y Ángel María Gaitán (Liberal) ¿por qué tanto silencio? Sí, hasta la fecha brillan por su ausencia en la gestión y formulación de ayudar a sacar a flote la que vendría siendo la única universidad pública de la región en estos tiempos de pandemia.
Soluciones hay muchas, y los señores políticos de la región no deben hacer oídos sordos frente a una ciudad donde el índice de desempleo en la población juvenil es alto y que se puede ver más afectada por una deserción universitaria.
Lo que sí es cierto es que los estudiantes saben que, si no se ponen las pilas, se los llevó el que los trajo y aquí es el todo por el todo.